Hace unos meses mi madre me trajo a casa su bolsa de restos de ovillos que tenía guardada desde que éramos niños y nos tejía jerseys y chaquetas. Así podrás aprovecharlo en tus muñecos, me dijo. Resulta que entre todos esos restos aparecieron varios ovillos de una lana marrón con la que ella me tejió una chaqueta siendo yo niña. Yo odiaba esa chaqueta, no por su aspecto, sino porque la lana ¡picaba horrores! (no sé porqué los niños son tan sensibles a esas cosas).
Pues resulta que he podido reutilizar los ovillos y me ha salido este oso que sencillamente ¡me encanta! Me gusta tanto que no sé si podré buscarle dueño o me lo quedaré. Mi hermana dice que he pasado de tener una chaqueta que pica a un oso que pica, pero no me importa nada. Y la verdad, ahora no creo que pique tanto... ;-)
NOTA: Estoy enlazando este post a la fiesta de enlaces de Blanca en su blog 'Personalización de blogs'. Pinchad
aquí.
¡Es una monada!
ResponderEliminarKate
Gracias! Qué blog más chulo tienes!
EliminarTe ha quedado genial!!
ResponderEliminarBonitas fotos!!
Un abrazo,
María
ayss que cuerpecillo tiene, me ha encantado!!
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